4 de agosto de 2012

El diario de Noa.

- ¿Te quedarás conmigo? 
+ ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para estar todo el tiempo discutiendo? 
- Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuándo soy un maldito arrogante y yo te digo cuándo das mucho la tabarra, y lo haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de 2 segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga. 
+ ¿Entonces qué? 
- Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre, tú y yo, todos los días. ¿Harías algo por mí? Por favor imagina tu vida dentro de 30 o 40 años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre, vete. Te largaste una vez y lo soportaré otra si creyera que es lo que quieres, pero jamás tomes la vía fácil. 
+ ¿A qué vía te refieres? No hay ninguna fácil, haga lo que haga alguien acabará sufriendo. 
- ¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero y lo que él quiere o lo que tus padres quieren, ¿tú qué quieres? 
+ No es tan sencillo.







Te lo mereces todo.

Te mereces que te quiera y que no deje de hacerlo; nunca. Te mereces que te abrace, que te acaricie. Te mereces cada lágrima y cada sonrisa. Te mereces todo lo que te doy y lo que no; que te haga feliz. Te mereces que te bese cada hora; cada minuto… Tal vez esto no dure para siempre, pero siempre estaré a tu lado de la mejor manera posible.